La sexualidad en las personas mayores

La sexualidad de las personas mayores ha sido objeto de grandes controversias, teniendo en cuenta que, para el imaginario colectivo, esta función de los seres humanos va “desapareciendo” con el paso de los años, siendo negada e incluso rechazada, la existencia de manifestaciones sexuales de cualquier tipo en las personas de edad avanzada.

Sin embargo, la dimensión sexual de los seres humanos debería permanecer vigente a lo largo de la vida, por la importancia que tiene en las esferas física, psico-afectiva, sentimental y relacional, así como por el impacto positivo que genera en el estado de salud de las personas, en un marco de respeto por el cuerpo y por los aspectos característicos de cada etapa del ciclo vital.

Salud sexual como calidad en la relación

Los expertos definen la salud sexual en las personas mayores como “la expresión psicológica de emociones y compromiso que requiere la mayor cantidad y calidad de comunicación entre compañeros, en una relación de confianza, amor, compartir y placer, con o sin coito", un concepto que privilegia la calidad de la relación sobre la frecuencia de la misma.

Cambios que se pueden sobrellevar

En este punto hay que recordar que el envejecimiento determina la aparición de una serie de cambios en la estructura y la función de los órganos sexuales, incluyendo adelgazamiento y pérdida de turgencia de las paredes vaginales, disminución de la lubricación y cambios en la intensidad y duración del orgasmo, en las mujeres, y, dificultad para alcanzar la erección, pérdida de firmeza y disminución de la intensidad del orgasmo, en los hombres, situaciones que pueden superarse mediante el diálogo, la adaptación de las rutinas de pareja y en algunos casos, el uso de tratamientos médicos.

Enfermedades que afectan la sexualidad

Por otra parte, algunas enfermedades, discapacidades, medicamentos y cirugías pueden afectar la capacidad de las personas mayores de tener y disfrutar de las relaciones sexuales, incluyendo enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus, osteoartritis, incontinencia, depresión, uso de medicamentos antihipertensivos, antidepresivos, tranquilizantes e ingesta excesiva de alcohol, entre otros.

Recomendaciones

Algunas recomendaciones para una sexualidad sana en las personas mayores incluyen:

  • Tiempo: Tomar tiempo para disfrutar en pareja y para entender los cambios que están enfrentando.

  • Diálogo: Hablar francamente con la pareja sobre sus necesidades, expectativas y deseos en materia sexual.

  • Expresar afectos: Compartir muestras de cariño, como abrazarse, besarse, tocarse y pasar tiempo juntos.

  • Asesoría: Consultar a un terapeuta sexual las dificultades percibidas para el mantenimiento de las relaciones sexuales.

  • Hábitos saludables: Mantener una dieta saludable, practicar actividad fìsica y evitar el consumo de cigarrillo y la ingesta excesiva de licor.

  • Información: Conocer e implementar las alternativas de tratamiento para superar las dificultades físicas para la actividad sexual.

Referencias

  1. Herrera A, Sexualidad en la vejez: ¿Mito o realidad? Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología. Disponible en internet en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262003000200011
  2. La sexualidad en la edad avanzada. National Institute of Aging. Disponible en internet en: https://www.nia.nih.gov/health/sexualidad-edad-avanzada
  3. Relaciones sexuales de personas mayores: consejos para hombres mayores. Clínica Mayo. Estilo de vida saludable. Disponible en internet en:

https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/sexual-health/in-depth/senior-sex/art-20046465